Si la agricultura ha sido y es el principal medio para asegurarse un futuro en este pueblo, la ganadería ocupó en la gran mayoría de las familias el segundo sistema y solía estar ligada y compartida con la agricultura.
Ganadería ovina
El ganado ovino o lanar fue muy abundante en los orígenes de Viloria. A comienzos del siglo XI ya se dice que la familia de Santo Domingo poseía grandes rebaños de ovejas.
El pastoreo de tipo estante (que pasa todo el año en las mismas tierras) ha estado siempre ligado a la agricultura. Las tierras que se dejaban de barbecho o erías (Sin sembrar), servían de pasto para las ovejas; el estiércol o basura de oveja era un buen fertilizante para los campos y las huertas, la basura de los equinos tenia la misma finalidad, siendo muy apreciada para la producción del champiñon, por eso venían camiones cada cierto tiempo para llevarla a pueblos de La Rioja baja, con lo cual todo se aprovechaba.
Los pastores sacaban cada mañana los rebaños a pastar y los cerraban en los corrales al anochecer. Si el tiempo no permitía sacarlos, los alimentaban en dichos lugares con hierba, paja, grano, etc. que lo almacenaban durante el verano.
En la actualidad no existe esta clase de ganado, aunque las tierras de este pueblo sirven para que pasten rebaños de pueblos próximos.
Ganado vacuno y equino
Estas dos clases de ganado se empleaban, generalmente, para las labores del campo tales como la siembra y la recolección de todos los productos.
El porcentaje de equinos era el doble que el de vacunos, predominando entre los primeros el mular, aunque también había algún caballo y asnos para trabajos menores.
Dentro de los vacunos, era frecuente en muchas familias que dispusieran de una vaca lechera cuya producción se empleaba para consumo de las propias familias y a veces de algún vecino.
Cada agricultor contaba con una “yunta” o pareja, aunque los más pudientes disponían de una y media o dos.
Después del verano, a estos animales también se les sacaba a pastar, cuya labor corría a cargo de los más jóvenes de la casa cuando salían de la escuela.
La mecanización del campo hizo que desaparecieran estas clases de animales quedando únicamente algunas vacas lecheras.
Ganado porcino
Antes, cada vecino tenía unos pocos cerdos, cuya cría tenía como fin principal el consumo familiar durante todo el año y el resto los vendían.
Una de las labores de los jovencitos era traer berzas, buscar (ordeñar) la hoja de los olmos y ortigas cuando no había berzas, acarrear agua, etc. para su alimentación. También se encargaban de traer paja y sacar “las camas”. Este trabajo lo realizaban al salir de la escuela, pero como a muchos les gustaba más jugar al fútbol, lo olvidaban con frecuencia y eso les costaba algún coscorrón y pequeños castigos.
Algunas veces ya con doce años mas o menos, si los padres estaban en el campo, también nos tocaba asistirlas en el parto, aplicando las técnicas que nos habían enseñado para que no se ahogaran al nacer y para que la madre no los aplastara al tumbarse. En un parto normal nacían mas de doce.
Pero no todo era trabajo, también existía una fiesta, el día de la matanza del cerdo. Se juntaban las familias en la casa de quien mataba el cerdo, primero desayunaban galletas o sobados con anís (los mayores) y luego comenzaba esa antiquísima tradición.
Se sacaba el cerdo de la pocilga, donde antes pasó su mejor época, pues le daban una alimentación extra para que engordara bien, lo aproximaban a la banca y cuando estaba todo a punto uno le clavaba el gancho en la barbilla, mientras los demás lo echaban encima de la banca y lo sujetaban fuertemente de las patas y el rabo.
Entonces, el matarife introducía un cuchillo de grandes dimensiones en su cuello. La sangre comenzaba a manar a borbotones y caía en un barreño, mientras una mujer le daba vueltas continuamente en su interior. Esta sangre era luego utilizada para hacer las morcillas.
Una vez muerto, lo sacaban a la calle y lo chamurraban tapándolo con helechos cogidos en el monte, luego se limpiaba y se troceaba según el gusto del propietario, ya que se podían dejar los jamones, la tira y las costillas por parte o bien dejar sólo el costillar y picar el resto para hacer chorizos.